lunes, 6 de abril de 2015

CAPITULO 20


Esos ojos... pareciera que pueden ver el fondo de mi alma.

!Rayos! !Que digo! Sin duda debo de estar loca de atar, pero lo que Tom no sabe es que no pretendo hablar con el en lo que me resta de vida...a no ser que sea muy, pero muy necesario.

!Ley del hielo! , muy tipico de mi.

Estuvo hablando, o bueno, preguntandome algo mientras me tomaba en brazos. Es cierto, estoy bastante ebria, pero aun se quien es el desgraciado que me dejo abandonada despues de haberme jurado amor eterno.

-Vamos a casa, tenemos que salir de aqui. -susurra
-No, yo no me voy... contigo, dejame sola. -digo d¡go e intento empujarlo... y casi me caigo.
-Estas mareada, necesitas mi ayuda. Asi que te llevare yo, quieras o no.

Diciendo eso me toma en volandas y me carga como si fuese una bebe. Me toma en brazos como si estuvieramos en nuestra luna de miel y frente a la mirada obsorta de muchos, bajamos las escaleras.
Escucho como ex compañeras mias se relamen los labios y susurran entre dientes lo bueno que esta Tom. Idiotas. !Rayos! No deberia molestarme en lo absoluto. !Que les den!

Salimos de la casa y me despido como puedo de mis amigos, entre ellos Austin y Janisse quienes supongo que estan golpeando al borracho sexy que deje en la habitacion, luego de eso, Tom me recuesta en el asiento de atras y me abandono al sueño que hace ya mucho rato esta embargandome. Siento como el se sienta adelante y pone el motor en marcha. Nos alejamos de la casa de Janisse con direccion a... ¿mi casa? No lo se y no me importa, solo quiero descansar. 
Si me dijo algo o no, no tengo ni idea. Estoy fuera del aire.




Horas mas tarde.

-Charlotte... despierta- susurra Tom mientras me agita un poco de los brazos.
Su cercania es una tentacion muy dificil de avitar.

-Mmm.. dejame -digo como puedo. Aun estoy un poco adormecida por el licor.

-Charlotte, hermosa, tienes que comer algo y tomar un poco de agua para que te sientas mejor. -Me dice regalandome el brillo de sus ojos.

-¡No me molestes! ¿Ahora vienes a preocuparte por mi? -grito con las pocas fuerzas que tengo.

Solo me mira. Las lagrimas van saliendo una a una por mis ojos -ni modo que por mis dedos- , le doy la espalda y me recuesto en el sofa otra vez. Escucho como cierra la puerta y sus pasos se alejan.
Lloro sin querer unos minutos. El llanto sale por si solo. No es llanto por amor, es por decepcion, la gran decepcion causada por la persona en la que confie tanto... y por degracia, a la que ame.

Pasa media hora, segun mis calculos y me extraña no oir nada de Tom. Miro por la ventana y no veo nada. Cerca al auto hay un grifo en que al parecer Tom compro el agua que meestaba ofreciendo que por cierto esta en el asiento de adelante.
Estoy vestida con la ropa de baño y cubierta por una especie de kimono -¿de donde salio este kimono?- que pudo haberme prestado alguna amiga en la fiesta. Pese a mis fachas, decido salir.

Bajo del auto y me sorprende no ver a nadie. Son las... amm... ¿que hora es?
bueno, si calculamos que de la fiesta salí a eso de las once de la noche y dormí un par de horas, podria asegurar que por el color del cielo y la luz que proyecta la luna, son mas o menos tres de la madrugada -hablo la mujer del tiempo que llevo dentro-.

Me dirijo con paso lento al minimarket que hay al lado del grifo cuando diviso dos autos estacionados. Me imagino que los dueños deben de estar adentro.
Cuando mi ojos enfocan a lo que sucede en el interior del minimarket, mi corazon se detiene.


No se si primero llamar a la policia o ir a defender a Tom - aunque lo mas seguro es que termine siendo un estorbo para luego ser una rehen mas- asi que decido llamar a la policia.
Cuando me dirijo al auto me doy cuenta de un detalle que me aterra por completo. La puerta esta cerrada con llave. ¿Como asi? Sinceramente, no lo se. Sin mas opciones, decido que ire a la casa de algun vecino y le pedire ayuda, llamaremos a la policia y fin, los malos a la carcel y Tom a salvo. Pero no pense en un detalle que podría escapar de mis manos al exponerme fuera del lugar donde estaba asaltando al dueño. Podría ser vista.

¿Que hago? No soy policía y mucho menos tengo habilidades de defensa personal. ¿Me escondo? Si, seria lo mas probable y mas seguro. Si me ven corriendo descalza por las calles, de seguro me matan. ¿Matar? Oh no, eso si que no. A mi nadie me manda a dormir a la fuerza. Decido ir a ver como están las cosas allá dentro.

Corro en dirección al minimarket y veo a través de la rendija a varios hombres encapuchado con una pistola en la mano dirigiéndose al dueño del lugar. Mi mirada lo busca... y lo encuentra. Tom esta arrodillado con la ceja al parecer partida producto de un golpe. Esta sangrando. Su camisa blanca tiene manchas de sangre.

El pánico se apodera de mi. Tom esta herido... mi Tom.
La ley del hielo que tenia prevista aplicar... se fue al tacho de basura.

Decido actuar ya mismo. Sea lo que sea que logre sera para nuestro bien.
Camino por el borde del minimarket y veo que hay  una puerta que esta mal cerrada. No hay nadie y decido entrar rápidamente antes de que alguien se de cuenta de que estoy ahí. Estoy en una especie de almacén. Veo cajas de latas de conserva, bolsas de arroz y cajas de dulces. Si no estuviera en una situación de alto riesgo me comería una par de bolsas de regaliz, pero como mi vida pende de un hilo... sera mejor que deje de verlas con hambre. Es raro que los delincuentes no hagan ruido, me pregunto que harán. Decido entrar por un pequeño pasadizo que da a la tienda cuando de pronto escucho un ruido. Dios mio, que no sea Tom. Con el corazón latiendo desbocado me dirijo a la tienda sin cuidar mis pasos cuando una voz espantosa me detiene.


-Hey bonita... no corras tan rápido que aun no me he presentado.

Un hombre feo me sonríe de manera asquerosa y mis ojos se abren con miedo al ver la situación en la que me encuentro. Estoy sola frente a un hombre que a clara vista no tiene buenas intenciones.

-Alejese de mi -digo en un susurro que ni yo misma escucho.

-Jajaja Con esa figura que tienes, no creo que me vaya mi amor.

Termina de hablar y se dirige a perseguirme... y yo, a huir. Corro descalza donde sea que me encuentre con la esperanza de encontrar algún lugar donde esconderme. Pienso y pienso hasta que me percato de un detalle. El feo no le hablo a sus amigos -porque de seguro es un ladrón mas- y eso me salva de que ellos se ensañen con los de abajo o que vengan mas hombre a hacerme daño.
El pánico me invade. Tengo mucho miedo. Subo al segundo piso y me encuentro encerrada en una pequeña habitación. Cierro la puerta y rezo esperando que alguien me escuche y me ayude a salir de esta, a Tom y a mi.
No oigo nada. Pongo el oído en la puerta y no escucho pisadas. Por un momento estoy tranquila... hasta que escucho varias pisadas en mi dirección. 

Esto ya no es divertido.

-Subió al segundo piso. Puede que tenga un celular y halla llamado a la policía. Vayámonos de una vez Rick, ya tenemos lo que queremos.
-Es posible que tengas razón, pero antes quiero verla y quizá la llevemos para divertirnos en el viaje.
-jajaja ya decía yo que tenias buenas ideas, jefe.

Escucho sus morbosas risas y se me escarapela la piel. Me van a encontrar.
Si no escapo ahora, voy a estar jodida, muy jodida. Si mi primer plan fue salvar, ahora necesito ser salvada, soy patética.

Veo un closet y por un momento recuerdo "Narnia". Si me llevara a otro mundo seria genial. Rayos! Ya estoy pensando tonterías otra vez. Me escondo en el closet, es mi única triste opción. Abro la puerta y ... ¿encuentro otra puerta? Si, así es, la abro y.. sorpresa; hay una puerta con dirección desconocida.
Escucho los pasos acercándose y decido entrar por esa a la voz de ya! dejando detrás de mi todas las puertas cerradas.




Camino agachada por ese pequeño escondite. Mientras avanzo me doy cuenta de que estoy descendiendo. ¿A donde voy? Ya me gustaría saberlo. Mientras bajo me pregunto !porque rayos no tengo algo con que defenderme! Bueno, ya es muy tarde para eso, acabo de encontrar la puerta con la cual saldré de este túnel en bajada. Abro la puerta que solo tiene una sencilla cerradura y después de empujar con fuerza -que nadie oye- logro abrirla y me lleno de luz.
Estoy nada mas y nada menos que debajo del mostrador del minimarket.
Puedo ver al dueño tirado en el piso boca abajo rogando que no le hagan daño  y Tom siendo auxiliado por una mujer de mandil verde que al parecer es empleada del minimarket. Los celos me invaden por un segundo ya que el mostrador es de vidrio -al parecer templado, no me pregunten como lo se- y puedo ver la manera ilusionada en la que ella lo ve.
Dejo de lado mis patéticos celos y busco mas personas. Hay tres hombres en el suelo amarrados de manos y boca abajo y hay dos mujeres mas. Cuando veo en una esquina me sorprendo. Solo hay un hombre con un arma cuidando a los rehenes, al parecer los demás fueron por mi. Perfecto.

Toco la luna del mostrador esperando que el Grandulon con arma no se de cuenta de mi presencia y después de cinco intentos fallidos, el dueño me ve.
Su sorpresa me sorprende, entre señas me pide que salga de ahí, que es peligroso, pero es obvio que no haré nada de eso. Entre señas le pido un teléfono celular para poder llamar a la policía. El hombre esta aterrado y lo entiendo, pero si no copera, todos estaremos fritos. Después de unos minutos veo como abre un cajón en el suelo. !Quien lo hubiera imaginado! De ahí saca un celular prehistórico el cual empuja a través de una ranura y termina en mis manos. ¿Como sucedió? Es todo un misterio el cual resolveré cuando sobreviva. Cojo el celular, cierro la pequeña puerta e intento subir un poco por el camino en el que estoy para que nadie escuche la llamada.


Marco al 911 y después de unos minutos hablo con la operadora informándole de la situación y exigiéndole que la presencia de la policía lo mas pronto posible, es vital. La operadora me promete que en menos de diez minutos vendrán las patrullas. Al fin puedo respirar.

Cuando cuelgo el celular, escucho algo que me aterra y me congela por completo.
Encontraron la puerta secreta del closet y escucho como bajan hacia mi.
Estoy muerta.


Escondo el teléfono como puedo y me dirijo a la puerta rápidamente. La abro, la cierro como puedo y le hago señas al dueño del lugar para que me ayude a salir de ahí. El hombre se llena de ansiedad, sien que no sabe como sacarme de ahí. De pronto dirijo mi mirada hacia Tom. Me mira con terror en los ojos y leo en ellos un; "!Que rayos haces aquí!". Los siento, ya es tarde para lamentaciones.







Pero hace algo que no espero. Se levanta como puede y va a hablar con el grandulon, quien ni bien ve que se acerca a el lo apunta con el arma, incluso puedo escuchar como lo amenaza. ¿Que demonios hace? Luego, camina hacia el dueño de el lugar y no se que rayos se dicen, pero el desenlace me sorprende.
Ambos mueven el mostrador, levantándolo sobre mi cabeza mientras yo me oculto. De manera sorprendente la ponen delante mio, logrando así ocultarme y sacándome de ahi. Ambos agarran una especie de bates sin que nadie lo note y cuando les señalo que los malos están detrás de la puerta, se preparan para el golpe.


Busco al grandulon y lo encuentro boca abajo con la cara llena de harina y una pelota de mascota en la boca. Cuatro personas se encargan de el.
Por otro lado, Tom, el dueño del lugar, la chica de mandil verde y yo, golpeamos a los que asomaron las cabezas por la puerta y les tiramos pesas de diez kilos encima.


Uno de ellos escapo, asi que les indique donde se hallaban y que tuvieran cuidado. Tom y yo no hablamos, solo esperabamos salir de ahi. 
Unos minutos despues, escuche llegar a la policia. Cumplieron su palabra de llegar antes de los diez minutos


Mientras la policia cumplia con todos sus procedimientos -ya saben, gritar y amenazar antes de entrar y luego irrumpir en el lugar- y vernos con las caras asustadas, fui a buscar a Tom al nivel superior con la esperanza de que hubieran enconrtado a uno de los malos. Llegue al segundo piso y vi al dueño del lugar cuyo nombre es Hans -lo vi bordado en su mandil- mirando a todos lados y luego encontre a Tom en el lugar donde me oculte yo; la habitacion con el ropero magico. Nos observamos por unos segundos, hasta que oimos la puerta del closet moverse para luego abrirse. Lo unico que llegue a ver fue un arma apuntando en mi direccion. En medio del grito de Tom escuche un sonido sordo.


Y de pronto, se hizo la nada.






4 comentarios:

  1. Hola, te he nominado al premio BLACK WOLF BLOGGER AWARD, pásate por mi blog si quieres continuar la cadena. Besos y felicitaciones.

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  2. Nunca en la vida me gustaría tener una amiga como Charlotte, le pasa cualquier cantidad de locuras!!! Las más locas, absurdas, peligrosas, encantadoras, horribles y encantadoras!!!! Pensándolo bien estaría super feliz de tener una amiga como ella o mejor aún ser ella!!!! Como es posible que le pase todo un mundo de cosas? Amo a Tom,aunque sea un desgraciado por lo que le hizo a ella.....PERO se que ay una buena explicación, verdad?
    Gracias, muy divertido, loco y entretenido este capítulo, para cuando el próximo??!!

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